sábado, 31 de octubre de 2009

Pasión India


Por Rocío Tauber

Hay un deporte que despierta a multitudes y eleva las almas de millones de personas… No, no es el fútbol, ni el tenis, ni el rugby. Se trata del criquet, el deporte más popular de la India.
Con aproximadamente 1.150 millones de habitantes, este país que es el segundo más poblado del mundo, ha hecho de este deporte un fenómeno social indiscutido. Aquí dentro del juego el único objetivo es ganar y desde afuera los aficionados se sienten por un momento fuera del mundo siguiendo con concentración las jugadas.
Un bate aplanado y una pelota de caucho hacen que once jugadores en dos equipos diferentes se enfrenten dentro de un campo ovalado. Para desentendidos, de eso se trata el juego. Padre del béisbol, el criquet tiene su origen en los principios de la historia india. En el siglo XVIII los británicos, dueños del territorio que por aquellos años era una colonia inglesa, fueron los que dejaron su marca.
Allí surge este deporte, que poco a poco fue creciendo en habilidades, dimensiones y seguidores. Con los años logró volverse una actividad profesional que actualmente mueve millones de dólares en negocios, publicidad y apuestas. También en sus estrellas, que ya muchos de ellos se convirtieron en ídolos nacionales. Uno de los más admirados es Sachin Tendulkar, que tiene el récord mundial de carreras y es considerado como uno de los mejores de la historia, como así también lo es Rahul Dravid, el capitán del seleccionado indio.
El deporte está presente en todo el país, desde las zonas ricas de Bombay hasta las callejuelas más pobres donde los jóvenes y niños sueñan con sus ídolos famosos en un improvisado partido. En esto no importan las barreras sociales, religiosas ni étnicas.
Aunque sí la situación histórica, que hizo del criquet un campo del batalla. India vs. Pakistán es un clásico que logra congelar a los habitantes de cada país frente al partido y puede enardecer aún más la competencia entre ambos territorios. La guerra se traslada al juego, pero la lucha aquí no es con armas, sino que lo primordial es la habilidad en el deporte.
La rivalidad tiene años de antigüedad y está centrada en Cachemira, un territorio que actualmente pertenece a la India, pero que los pakistaníes reclaman como suyo por tener mayor población musulmana. Este conflicto derivó en cientos de atentados, incontables heridos y numerosos muertos, desatando incluso dos guerras (1947 y 1965) y amenazando en 1998 con una confrontación nuclear.
Actualmente esa hostilidad entre ambos se descarga en el criquet, pero el contexto incluso llega a afectar el buen desarrollo del deporte. Un ejemplo de ello fue el actual traslado de la Liga India de Criquet a Sudáfrica por motivos de seguridad. Los ocho equipos jugarán fuera del país porque el Gobierno no puede garantizar la seguridad del torneo respecto al alerta terrorista que se ha declarado. Esto es porque coincide con las elecciones que se realizaran durante todo el mes, y el Ejército y la Policía no alcanzan para proteger también los estadios.
El pasado y el presente se conjugan en el criquet, debatiéndose entre el conflicto y la conciliación. India y Pakistán se unen en el amor puro y la pasión hacia este juego, pero eso no alcanza para poder superar la rivalidad bélica y lograr la paz aunque sea por un instante…ojalá que el deporte algún día pudiera alcanzar ese tan ansiado objetivo.

Diversidad geográfica, diversidad deportiva

Pero el criquet no es el único deporte. Debido a su topografía, a su variedad climática y a su gran extensión, la cantidad de actividades deportivas es múltiple en este país.
El Himalaya indio es un paraíso para el deporte de riesgo. El montañismo, el esquí, el rafting, entre otros, son algunas de las actividades que se practican aprovechando las condiciones naturales que existen allí.
El automovilismo y el tenis también tienen su lugar, aunque no son tan populares. Incluso por estos días, se ha anunciado que la Fórmula 1 se disputará en el territorio indio en el año 2011. Narain Karthikeyan es el primer piloto local que ha corrido en esta competición, uno de los más destacados en la India.
El tenis no es tan divulgado, pero los éxitos de Leander Paes y de Mahesh Bhupathi, como así también de la tenista Sania Mirza, han hecho que muchos se comiencen a interesar en este deporte. Los dos primeros se convirtieron en una institución deportiva en el país, juntos han ganado cuatro Grand Slam (Roland Garros 1999 y 2001, Wimbledon 1999).
Algo curioso ocurre con el hockey sobre césped, que de manera paradójica, es el deporte oficial de la India a pesar de su menor popularidad. Se trata de un deporte muy antiguo y aunque no se conoce su verdadero origen en el lugar, muchos creen que ha surgido en el continente asiático y que luego los colonos lo adoptaron y lo difundieron por Europa.
Una de las razones por la que el hockey no es tan masivo en la India se debe a que no se trata de un deporte profesional, como sí lo es el criquet. No genera contratos mediáticos, ni es publicitado, ni sus jugadores cobran millones de dólares. A tal punto que años atrás algunos de sus jugadores habían iniciado una huelga de hambre porque el gobierno centraba más su atención en el criquet y no reconocía al hockey.
La India es un país variado en cuanto a actividades deportivas. Pero sin dudas, las de ganar se las lleva el criquet que ha conquistado el territorio. Este es quien hace latir los corazones rápidamente, quien estalla las gargantas de miles de aficionados y quien hace que los indios se unan en un mismo grito de pasión.

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