viernes, 29 de enero de 2010

A RODAR…

Por Rocío Tauber


Arranca el Torneo Clausura 2010 de la Primera División y los equipos ya están preparados para dar pelea cada uno en sus propios frentes.


Boca y River buscan resarcir su imagen y el triunfo es la única palabra que cabe en sus objetivos. Con Daniel Passarella como el nuevo presidente de la institución millonaria, junto con los juveniles Funes Mori y Villalva que se destacaron en los recientes partidos de verano, más los refuerzos del paraguayo Rodrigo Rojas, el ex pincharrata Juan M. Díaz, Gustavo Canales y Alexis Ferrero; River intenta reestructurar un camino que se había desdibujado en el último torneo.
Por su parte, el primer puntapié del año de Boca Juniors no fue nada bueno: perdió los dos superclásicos, sus actuaciones dejaron mucho que desear y renunciaron el DT Alfio Basile y el mánager Carlos Bianchi. Aunque parezca que aquella época dorada sea imposible, ahora con Abel Alves a la cabeza, el equipo intenta volver a ser el “Boca de antes”, aquel que se sentía imbatible.
El torneo comienza el viernes cuando Godoy Cruz y Gimnasia de La Plata se enfrenten cara a cara en un duelo que vale más que tres puntos. Primer partido del año pero con gustito a final. Ambos estrenan técnicos, el Lobo de Cocca y el Tomba de Asaad.
Al término de ese encuentro chocarán en Quilmes Estudiantes de La Plata y Arsenal. A tan poco tiempo de haber disputado el Mundial de Clubes con sabor amargo por la final perdida en los últimos minutos, el equipo de Sabella sale a la cancha con caras nuevas: Agustín Orión y José Sosa.
La jornada del sábado comenzará con Tigre- Chacarita. Ambos con calculadora en mano pensando en los promedios, pero esperanzados con hacer un buen torneo que los aleje de los último de la tabla. Caruso Lombardi debutará como DT.
Vélez será local ante un Colón que aún piensa en la Copa Libertadores. Tras ganarle 3 a 2 a la U Católica de Chile, ahora la tiene complicada en el próximo partido de visitante. Por su parte, el Fortín no quiere quedarse con las ganas del torneo y saca a relucir a su nuevo goleador: el pelado Silva.
Racing se enfrentará a Rosario Central en otro partido valioso por los puntos para evitar el descenso. El equipo de Claudio Vivas se anima soñar con sus incorporaciones de lujo. Jugadores como Gabriel Hauche, Luchas Licht y Claudio Bieler conforman la esperanza de la Academia. Además ahora resuena con fuerza el nombre de Ayala.
El sábado finalizará con el enfrentamiento entre Atlético de Tucumán y San Lorenzo. Los tucumanos piensan en escalar la tabla sumando como sea, y el Ciclón del Cholo en hacer un torneo que los ubique dentro de los primeros.
El domingo comenzará con River y Banfield como primer encuentro. El último campeón del fútbol argentino no quiere dormirse en los laureles e intenta hacer un torneo como el anterior.
Lanús-Huracán y Newell’s-Independiente serán los siguientes. El Granate de Zubeldía ya tiene el equipo confirmado y el Globo arranca el torneo sin Bolatti pero con altas como las de Adrián Peralta, Gastón Machín, Andrés Franzoia y Balvorín.
El Rojo sumará a Leandro Gracián, Hernán Fredes y Mariano Herrón. Mientras que los 11 de Sensini, luego de haber empatado 0 a 0 contra el Emelec por la primer fase de la Copa, también piensan en el partido de vuelta para lograr la clasificación.
Y finalizará la fecha con Argentinos Juniors – Boca. El Bicho con caras nuevas como la de José Luis Calderón saldrá a darle pelea a un Boca aún golpeado.
Un campeonato con 19 fechas que será reducido a causa del Mundial de Sudáfrica, donde se disputarán todos los partidos en tan sólo 107 días, con último plazo para el 16 de mayo. Será muy duro, con fechas entresemana. La cuestión será peor aún para aquellos equipos que deberán afrontar la Copa Libertadores a la par. Hoy se pone en marcha, pitazo inicial, a rodar la pelota…

miércoles, 4 de noviembre de 2009

En crisis


Por Rocío Tauber


Luego de la época dorada de los años 60 fue menguando poco a poco hasta conformar la realidad de hoy. Cuestiones políticas, administrativas y culturales hicieron que este deporte pierda su luz.


La popularidad y la difusión del boxeo en el país ibérico están en la lona. Las políticas llevadas adelante por el Gobierno, de la mano del desinterés por parte de los medios de comunicación, en especial de la televisión, sumadas a las negativas de ciertos sectores de la sociedad, pusieron al pugilismo entre las cuerdas.
Lejos está del auge de la Gracia Antigua donde los sectores más adinerados practicaban y disfrutaban de este juego. Remoto el jolgorio que generaban los Juegos Olímpicos, donde éste deporte fue parte de la base para su surgimiento y desarrollo.
Ni que hablar de los años de esplendor en España. Los esplendorosos años 60 y 70 donde el boxeo alcanzó con creces a formar parte de la vida deportiva de un gran número de españoles. Púgiles de renombre que alcanzaron altísimos niveles y lograron títulos a nivel mundial.

ÉPOCA DE GUANTES EN ALTO Y FUROR POPULAR

El ligero Pedro Carrasco García fue uno de ellos, con un estilo fino y noble que lo caracterizó. Consiguió el título mundial (WBC) en una ocasión y se coronó seis veces Campeón de Europa (EBU).
Pedro Fernández Castillejos, más conocido como “Perico”, también conforma parte de la historia célebre boxística por la década del 70. Disputó 125 peleas, en 82 de ellas cantó victoria, 28 combates fueron nulos y en 15 fue derrotado. El ligero se proclamó Campeón de España, de Europa y del Mundo a los 21 años de edad y en tan sólo un lapso de 57 días. Un verdadero récord y orgullo del boxeo español.
El conocido José Manuel “Urtain” también fue un glorioso de este deporte y gozó de gran fama en su país impulsado por los medios de comunicación. Debutó en 1968 y su carrera se extendió hasta 1977. Logró un asombroso récord de 27 victorias consecutivas por KO y obtuvo el título de Europa de los pesos pesados.
José “Manos de Piedra” Durán se convirtió en una leyenda consagrada de este deporte. Se coronó Campeón Mundial de los pesos Super Welter y pasó a ser tapa de todos los diarios locales.
Éstos fueron algunos de los más reconocidos y respetables boxeadores que se hicieron un lugar en las páginas de la histórica en este país. En esos años de euforia y popularidad lo único que se podía augurar sobre este juego era un gran progreso y un importante desarrollo a nivel nacional y mundial. La situación epocal de gloria y entusiasmo no vislumbraba en su horizonte de expectativa el ocaso del boxeo.

VARIAS RAZONES, UNA SECUELA

Hoy la realidad es otra, muy distinta de aquellos años de guantes de oro. No hay un único porqué que pueda explicar la situación pugilística de estos días. El movimiento político, las estrategias de los medios de comunicación, la realidad social, las cuestiones culturales y las malas administraciones conformaron un abanico de situación que muy lejos está de la gloria de los años anteriores.
La sombra fue creciendo progresivamente opacando la luz del deporte noble. Las sospechas sobre los administradores de la institución del boxeo, los fantasmas de la corrupción y los conflictos con otras federaciones empeoraron el panorama. Cada día menos gimnasios dispuestos a preparar a los deportistas, escasez de entrenadores, falta de boxeadores con vocación y sed de triunfo. Más interés por otros deportes que ganaron terreno en España, más lugar en los medios de comunicación a cuestiones que generaban audiencia y fomentaban otros intereses.
Muchos consideran que la ausencia de la televisión en este juego fue clave para generar la crisis en la que está inmerso. Sólo recuerdos quedan de las famosas veladas de boxeo que aglutinaban a miles de personas. La no televisación hace que este deporte no adquiera suficiente publicidad y, por consiguiente, lo sumerga en el olvido.
Todo fue agregando su granito de arena. Los púgiles no son bien recompensados. Su esfuerzo, dedicación y pasión por el deporte no fueron suficientes para obtener el reconocimiento social que merecían. La práctica local se desvalorizó en demasía, lo que derivó en que muchos boxeadores fueran a luchar a otros países en los que la paga era más redituable y donde eran reconocidos como estrellas.
España poco a poco fue testigo de la paulatina decadencia de este deporte. Devaluado, sin brillo y con poco apoyo popular, esa es la realidad del boxeo del hoy.

Entre el prestigio mundial y la crisis nacional


Por Rocío Tauber

Su juego y calidad son reconocidos y admirados por todo el mundo. Sin embargo, la acentuada diferencia entre los clubes poderosos y el resto transforman a su esplendor en sombra.

No resulta novedoso para los aficionados y seguidores del deporte de la pelota naranja oír que Grecia es un grande del básquet. El nivel de sus jugadores, su presencia casi obligatoria en las competencias internacionales y el apoyo de la gente hicieron que el país helénico se vuelva reconocido y destacado por este juego en el mundo entero.
No obstante, la crisis mundial y el crecimiento desmesurado de algunos equipos importantes de la Liga, hicieron que la competencia local se vuelva más monótona, casi previsible y muy difícil de llevar a delante por el resto de los clubes.
La Liga de Grecia está organizada por la Asociación de Clubes de Baloncesto Helenos (HEBA, en inglés) y dio su puntapié inicial por el año 1927. Desde aquel día hasta hoy la competencia se ha disputado unas 69 veces, donde tan sólo fueron nueve los equipos que alguna vez tuvieron el honor de ser los reyes de la práctica.
Hoy en día son 14 los clubes que intentan convertirte en los dueños del título anual. El Pananthinaikos, una de las escuadras más fuertes de la historia del básquet griego, ha ganado el campeonato en unas 30 ocasiones.
Esto pudo haber sido un presagio de lo que vendría años después. En la actualidad, la supremacía de algunos equipos se hizo muy evidente, convirtiéndose en perjudicial para el resto de la Liga que ven con ojos desesperanzados el sueño de ser algún día los líderes.
El Aris Salónica y el Olympiacos obtuvieron la gloria en diez y nueve ocasiones respectivamente. Éstos también forman parte de los clubes más preponderantes que tiene HEBA.
Mientras que el resto son los que intentan dar pelea a la competición de los gigantes, como el Marousi, el Panellionios de Atenas, el AEK y el PAOK, entre varios más.

Históricos y supremos

El Panathinaikos ha sido el eterno ganador del título griego. En los últimos doce años este equipo alzó el premio local en once ocasiones. Logró coronarse cinco veces en la Euroliga, además de jactarse de haber obtenido el título de Campeón del Mundo de Clubes. La hegemonía es casi absoluta.
Sin embargo, en la actualidad la superioridad de esta escuadra ateniense pudo haberse resquebrajado. El Olympiakos se encaminó de manera muy segura a la pelea por el premio. Cansados ya de ver a su máximo rival acumulando títulos y de no poder hacerse con el torneo local hace ya varios años, pusieron todas sus apuestas en poder lograr este campeonato.
Pese a ello, el PAO volvió a confirmar su grandeza que una vez más se tornó indiscutida. Venció en la final al Olympiakos y demostró que su aura de Rey fue más fuerte que nunca, adjudicándose un título más.

La sombra del éxito

¿Cuál puede ser la explicación a tamaño contraste entre unos pocos que obtuvieron mucho y la mayoría que no lograron nada? ¿Puede el nivel prestigioso de este deporte de rango mundial sumergirse lentamente en una crisis local? Son preguntas con respuestas inciertas y confusas.
La diferencia puede volverse entendible si vemos cuál es la realidad de hoy de los equipos más poderosos de Grecia. Con dueños multimillonarios y sumas de dinero incalculables dejan en la oscuridad y casi sin salida al resto de los equipos de la Liga.
Con sólo saber que el Olympiakos es el club que más dinero maneja en Europa podemos dilucidar una posible respuesta. Detrás de éste continúa el Panathinaikos que también es presidido por un poderoso millonario.
Sumando a esta verdad que la crisis mundial no es ajena al básquet griego, la situación local empeora gravemente. El día a día del resto de los equipos es difícil. A los dueños se les hace cuesta arriba, los presupuestos se reducen, y se apagan las contrataciones.
Esto lleva a que el esplendor de este deporte se convierta poco a poco en sombra de los grandes. La calidad de sus figuras ha menguado y los aficionados notan la diferencia.
El pasado fructífero y glorioso de años anteriores, se vuelve en un presente dudoso, y mira al futuro con los anteojos de la esperanza que provoca la pasión por este deporte de gigantes.

Abundancia, tradición y poca inversión


Por Rocío Tauber


Panamá fue el nombre que los indígenas le dieron a este país pensando en su significado: la abundancia. No se equivocaron al relacionar a esta tierra centroamericana con dicha característica, al menos en lo que respecta al deporte.
La ubicación geográfica cercana a la línea del Ecuador, el clima tropical, sus costas bañadas por las aguas del mar Caribe y del océano Pacífico hacen que sus más de tres millones de habitantes disfruten de una gran variedad deportiva.
Sin embargo, hay un práctica que se destaca por despertar las pasiones de miles de panameños y que ha adquirido la identidad de ser un “deporte rey”. Éste es el béisbol, principal juego nacional que ha ido evolucionando a lo largo de la historia y que hoy en día busca consolidarse definitivamente.
Este hace su aparición en el país con la llegada de los norteamericanos a las tierras panameñas en medio de las obras del Canal de Panamá. Junto con las herramientas, la ingeniería y la vigilancia militar traída desde Estados Unidos, también arribaron sus prácticas y costumbres conjuntamente con los bates, pelotas y guantes.
Aunque al comienzo se jugaba con reglas improvisadas y de manera amistosa, poco a poco fue calando hondo entre los habitantes. Pasó de ser un juego totalmente importado y extranjero a conformar parte de la vida cotidiana y de la identidad panameña.
En 1945 se formó la Liga de Béisbol Profesional, pero prontamente este deporte dejará de tener esta característica cuando en 1969 la Liga haya desaparecido definitivamente. La situación económica impidió que este proyecto vuelva a resurgir. Sin embargo, y a pesar de que este deporte ya no es más profesional, Panamá mantiene un fuerte y competitivo béisbol amateur.
En la actualidad este deporte se volvió una afición para muchísimos fanáticos que siguen a su equipo y a sus ídolos con gran entusiasmo. Muchos de ellos llegaron a ser figuras mundiales y a formar parte de las Grandes Ligas, como lo ha sido el destacado bateador Rod Carew, a quien se lo considera un héroe panameño, muchas veces galardonado como el mejor del mundo.
Son estos deportistas quienes hicieron brillar al béisbol local y lo mostraron al mundo. Gracias a ellos este deporte se ha jerarquizado y se ha ganado su respeto.
Pese a ello, en la última década no fueron muchos los panameños que han debutado en las Grandes Ligas. Tan sólo fueron siete quienes llegaron a esa altura, algo realmente extraño teniendo en cuenta la tradición y el fuerte arraigo de este deporte en Panamá.
Esto puede tener una razón que va más allá del juego. El poco interés de los sucesivos gobiernos demostrado en la escasa inversión económica y en la insuficiente promoción de programas fomentando el deporte, sumado a la política devastadora del dictador Manuel Antonio Noriega que manejó el país por los años 1983/1989, hicieron que este final sea previsible.
El plan del dictador no funcionó, quiso desterrar cualquier intento de profesionalismo en este deporte para intentar seguir los pasos de Cuba. Pero al menos Cuba invirtió en escuelas de béisbol que buscaban formar sólidamente a sus alumnos, al mismo tiempo que ayudó a la organización de torneos para buscar una motivación en la sociedad. Pero Noriega no hizo nada de esto, y el resultado fue que los equipos de las Grandes Ligas no quisieran invertir dinero en Panamá para desarrollar a los jugadores, dejándolos con pocas oportunidades. Muchos dicen que hay demasiado talento en este país, pero la realidad es que no termina por explotarse al máximo.

Los tres elementos en el deporte


Tierra, agua y aire son tres de los cuatro elementos que rigen el cosmos donde todo lo existente convive. Estos también rigen el deporte en Panamá.
La tierra, con su vegetación tropical, sus zonas bajas y sus relieves, logran un apto y variado escenario para practicar diversas actividades deportivas como el ciclismo, el senderismo, las actividades hípicas, entre otras.
El agua, que rodea el territorio de hermosas playas también es un excelente lugar para el deporte acuático. Desde el surf entre las olas del océano Pacífico, hasta el buceo por el Mar Caribe.
Asimismo, el fútbol, el básquet y el boxeo forman parte de la devoción de los habitantes de Panamá. En el caso del fútbol, a pesar de que es un deporte que mueve seguidores a escalas mundiales, en este país aún no ha logrado imponérsele al béisbol. No obstante, poco a poco está sentando las bases para que el crecimiento de este juego sea cada vez más firme.
El básquet llegará a su máxima expresión por las décadas de los ’50 y ’60 cuando se logró el título de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. A partir de allí este deporte empezó a ganar aficionados y a sumar prestigio.
El boxeo también es parte de la vida de los istmeños y le ha brindado muchas alegrías y triunfos. Esto ha generado una importante tradición boxística y una gran calidad de boxeadores.

La clave: Inversión y respaldo

Panamá cuenta con una gran diversidad respecto a las actividades deportivas que pueden realizarse en su territorio. El clima, la geografía y su ubicación brindan un ambiente infalible para quienes quieran realizar deporte.
Sin embargo el juego local por excelencia es el béisbol. Su desarrollo, la gran cantidad de seguidores y su antigua tradición demuestran que es el juego elegido para enarbolar la bandera nacional.
De todos modos esto no es suficiente. Para que este deporte llegue a la cima de la consagración se necesita de inversión y respaldo por parte del gobierno. Quizás la salida sea que el béisbol panameño obtenga más apoyo del gobierno, una fuerte inversión y una sólida formación. Quizás la creación de academias locales que eduquen y preparen a sus alumnos para triunfar en el deporte, hagan más cercano el objetivo de jugar en las Grandes Ligas, llevando al béisbol panameño al Olimpo de deporte.
La historia muestra que esto no se ha hecho, y el presente refleja las consecuencias de un deporte que no ha sido explotado. El destino determinará lo que vendrá.

Entre animales o pugilistas


Por Rocío Tauber

¿Se puede poner en discusión el status deportivo de un juego tan antiguo y popular como el boxeo? ¿Puede ocurrir que una práctica tan milenaria no sea considerada un deporte? Y si esto sucede… ¿Cuál es el límite demarcador que incluye o excluye a aquellas prácticas tildándolas o no de verdaderos actividades deportivas?
Se trata de una polémica que desde hace tiempo está en boca de todos. Para algunos esto ni siquiera entra en discusión. Para otros, pensar que dos personas se enfrenten dentro de un ring, no está demasiado lejos de considerarlo una pelea animal.
Según la Real Academia Española, el deporte es una “actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas” . También la definición se extiende a la idea de “recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico.” .
Entendiendo por esto al deporte en su generalidad, el boxeo se adapta enteramente a esta concepción. Se trata de una práctica de increíble rendimiento y desgaste físico, que implica un entrenamiento arduo y responsable, como así también un desempeño competitivo, donde la resistencia corporal y el equilibrio mental se convierten en la clave del encuentro.
Asimismo, como establece la definición, está sujeto a un reglamento que determina las reglas del juego y que deja demarcado lo que está prohibido y permitido a la hora del enfrentamiento para que no haya ninguna duda, ni ningún exabrupto por parte de los participantes.
Claro está, que además se trata de un juego que data de miles de años atrás, incluso antes de Cristo. Enfrentarse cara a cara y puño a puño es una de las actividades más antiguas del mundo. Tanto en competición como en espectáculo, el boxeo ha sentado sus bases desde la Antigüedad y en casi todos los continentes, exceptuando en América, donde surgió tiempo después.
Incluso, hasta la denominación de éste como “boxeo” puede ser parte de las respuestas a las preguntas iniciales de este artículo. Comenzó a usarse en Inglaterra por el siglo XVIII, para poder diferenciar una pelea ocasional de un enfrentamiento serio, preparado y delimitado por reglas previamente establecidas. Así se lo comenzó a reconocer como una actividad deportiva.
Por otro lado, es cierto que se trata de un arte marcial en el que dos personas luchan con sus puños, golpeando, con fuerza y hostilidad e incluso, bestialidad. El peligro es inminente y la muerte es posible. Pero son las condiciones de este juego, y el que es partícipe las conoce completamente, y sin embargo, las acepta.
Es una actividad que va mucho más allá de simples puñetazos. También están en juego la concentración, la técnica y la táctica, la preparación, la inteligencia y la intuición. Por algo, Julio Cortázar no dudó en denomiralo como “el noble arte”.

El nuevo juego

Por Rocío Tauber

Es sorprendente lo que uno nota cuando comienza a ahondar sobre el Periodismo Deportivo de años atrás. Ese periodismo del deporte que recién surgía, que estaba asentando poco a poco sus bases, consolidándose de a migajas con sus primeros pasos. Ese periodismo que seguramente no imaginaba lo que vendría muchos años después.
Mirando hacia el pasado, en la línea del tiempo podemos ver ciertos hitos que marcaron la historia del deporte argentino. Estos puntos clave en los medios de comunicación pueden rastrearse, sin dudas, en el ámbito radiofónico, con programas populares como “Carburando”, “La oral deportiva” y con personalidades acentuadas como José María Muñóz y Victor Hugo Morales, entre muchos otros destacados.
En lo concerniente al periodismo escrito, la revista El Gráfico fue trascendente, seguida por miles de fanáticos hasta al punto de considerarla “La Bilbia del deporte”. Con ella emerge Dante Panzeri, un periodista que merece ser subrayado. Pero más tarde, surgiría el diario deportivo Olé, denominado “el gran diario argentino”, que respaldado por el Grupo Clarín logró imponer su estilo y, tiempo después, sería muy importante para la fractura del Periodismo Deportivo por estos años.
También en lo que respecta a la televisión se destacan en la historia programas como “Polémica en el fútbol”, “Tribuna caliente”, “Fútbol de Primera” y tantos otros más. La aparición ESPN, el primer canal dedicado exclusivamente al deporte, que finalmente sería la inspiración para la creación de TyC Sports. Y con esto el destacado de una personalidad que sería clave para la transformación del “nuevo periodismo”: Carlos Ávila.
En el transcurso del siglo XX explotó el interés por el deporte y con ello aparecieron periodistas con sus producciones que dejaron sus huellas en la construcción de lo que hoy es el Periodismo Deportivo.
Los cambios culturales de la denominada” sociedad postradicional” hicieron que el conocimiento se produzca, difunda y legitime en la actividad periodística provocando un desfasaje, una nueva manera de pensar la realidad. Hecho en el que las tecnologías tienen mucho que ver, marcando en el camino un antes y un después. Generando velocidad, necesidad de inmediatez y la posibilidad de ampliar el espectro muchísimo más hacia el público.
En este contexto surgen los nuevos intelectuales, los denominados “opinators”, que se construyen en el imaginario social como las nuevas fuentes del saber tan sólo por estar mediatizados. La publicidad hace que lo que puede ser superficial se transforme rápidamente en conocimiento. Los medios de comunicación lograron alcanzar un poderío tal que hasta ejercen un papel normativo y son fuentes de referencia.
Los intereses económicos y la búsqueda del poder también fueron parte de esta transformación. Los grandes grupos mediáticos comenzaron a liderar el mercado, y otra vez se puede notar una rotación de principios respecto al poder económico: pasó de los medios de producción a los dueños de los medios de información, quienes también pueden determinar el control de los medios de producción. Siendo así, no sería extraño pensar que los medios de comunicación tienen una capacidad alientante, decidiendo cómo y qué información nos llegará, imponiendo visiones y temas, construyendo nuestra manera de ver la realidad, o en este caso, el escenario deportivo.
Por esta razón ocurre que en este tiempo, hablando del periodismo deportivo en particular, se está atravesando un “proceso de imbécilización cotidiana”. Esto significa ocupar el tiempo mediático en chatarra, en lo que tiene poco de análisis profundo y seriedad deportiva, y mucho de espectacularización, banalidad y necesidad de cubrir espacios fácilmente, obviamente, con el fin de vender.
Esto, por ejemplo, se reflejado en el diario Olé particularmente, como así también en lo televisivo con TyC Sports y en lo radial con La Red, entre otros. Aquí se ve la cotidianización del deporte que conlleva a la necesidad extrema de la venta y de generar nuevos temas que muchas veces resultan pobres en contenido y ricos en espectáculo.
Hoy en día los dueños de los medios no se preguntan únicamente por la información, sino que están regidos por intereses. Esto limita tanto a las producciones periodísticas, a los mismos periodistas e incluso al público en general. Esto es lo que ocurre con TyC que prácticamente tiene lazos con cualquier medio periodístico, lo cual significa que de ninguna manera se puede ir en contra de los intereses de esta empresa. Hay una complicidad muy amplia.
Las leyes del periodismo deportivo cambiaron, hay toda una nueva generación de periodistas que las respetan y son regidos por ellas porque son las reglas del juego. El que no las acepta queda afuera. Pero como público hay que tener la capacidad crítica para poder entenderlas, y como periodistas la capacidad analítica y transformadora para poder generar nuevas estrategias.

martes, 3 de noviembre de 2009

De profesión: asesino


Opinión sobre el boxeo como deporte

Por Marcela Ojea

El diccionario de la Real Academia Española define la palabra “pelea” con cinco acepciones, ninguna se puede considerar amena. El primer significado quiere decir batallar o combatir; el segundo, contender o reñir, aunque sea sin armas o solo de palabra; tercero, luchar o combatir entre sí; cuarto, resistir y trabajar por vencer las pasiones y apetitos continuadamente por conseguir algo, o para vencerlo o sujetarlo; y por ultimo, desavenirse, enemistarse, separarse en discordia.
En cuanto a “púgil” es aún más revelador: luchador que por oficio contiende a puñetazos, o gladiador que contendía o combatía a puñetazos. “Deporte”, en cambio, es una actividad física ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas que se lleva a cabo con el fin de recreación, pasatiempo, placer, diversión, ejercicio físico o para ganar dinero.
Estas definiciones son contundentes, si se practica un deporte es por placer…pero no puede ser placentero golpear a otro igual hasta el punto de verlo sangrar, perder dientes, desfigurarlo por completo, o incluso asesinarlo con el único fin de… ¿practicar un deporte? No hay que engañarse, maltratarse físicamente no es un deporte, es una excusa para que la irracionalidad, la violencia entre en juego. ¿Dónde quedó el dialogo? ¿Acaso no evolucionamos, no nos civilizamos? El pugilismo es una práctica arcaica que todavía no superó el proceso civilizatorio de los deportes modernos. Pero claro, dialogar no se puede considerar un deporte, no vende, no genera apuestas y por ende, ganancias.
Pero claro, continuemos deleitándolos con este espectáculo atroz, mientras la vida que esta en juego es la ajena. Hagamos como esas miles de personas que gozaron viendo mientras un “HOMBRE”, un ser humano, un mortal, o para muchos “un deportista” peleaba sobre un ring…dejaba la vida sobre un ring.
Pregúntenle al cubano Benny ‘Kid’ Paret Crespo que le sucedió a él. En realidad no van a poder porque Benny fue asesinado sobre el cuadrilátero por otro llamado “deportista” de nombre Emile Griffith, el sábado 24 de marzo de 1962, en el Madison Square Garden de Nueva York. ¿Con qué excusa? estaba en juego el título mundial del peso mediano.
Ese ser humano falleció diez días después de haber sido brutal, criminalmente golpeado por Griffith. El encargado de realizar la autopsia, Miletón Helpern, declaró: “La muerte fue causada por la complicación de las lesiones cerebrales sufridas en la pelea. La autopsia no revela ningún rastro apreciable de una vieja lesión cerebral...”
Este es solo un ejemplo, sin lugar a dudas existen muchísimos más casos aunque seguramente anónimos o silenciado por las ganancias que genera este “deporte”. Además hay que comprender que no sólo se está hablando de muertes instantáneas, sino de un proceso a largo plazo que como bien señalaba Helpern puede causar lesiones cerebrales, entre las muchas complicaciones existentes.